viernes, 29 de agosto de 2014

Por una memoria que nos libere

Por Salómon Lerner Febres
Se cumplen once años de la presentación del informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. El periodo transcurrido no ha disuelto sino, al contrario, ha reafirmado la necesidad de cultivar una memoria crítica del pasado violento en el país.
 Es evidente que el Estado no ha puesto interés en ese trabajo. Nuestras instituciones y, más ampliamente, el lenguaje público todavía llevan las marcas de un país sin conciencia clara del pasado. 
El Estado, o sus autoridades, conservan una vocación autoritaria que aflora de la manera más cruda cuando los ciudadanos se movilizan en defensa de sus derechos. 
Los funcionarios públicos o quienes aspiran a serlo se permiten, todavía, con la complacencia de la prensa, tratar con desdén, si no con abierto desprecio a los peruanos que consideran inferiores. 
Apenas pocos años después del trabajo de memoria de la CVR, un ministro de Estado se atrevió a referirse a la población andina como “llamas y vicuñas”. ¿Su sanción? Fue nombrado representante del Perú en la OEA. Más allá del Estado, nuestro discurso público se halla teñido, todavía, de esa inconciencia. Fuera de ciertos pequeños reductos, el racismo, la violencia verbal y física contra la mujer, la soberbia basada en la riqueza, todo ello forma parte de una cotidiana sordidez. 
A eso se ha sumado con más virulencia, en los últimos tiempos, la intolerancia contra las minorías sexuales expresada de forma soez en la prensa y, una vez más, por autoridades electas o nombradas. 
Es necesario, por tanto, que los sectores más sanos de nuestra sociedad insistan en promover una memoria de la violencia. Esto tiene, por lo menos, dos dimensiones.
 Una es promover el recuerdo de quienes fueron víctimas directas de las organizaciones terroristas y de agentes del Estado. Eso implica instalar en nuestro recuerdo sus rostros y sus nombres, pero también llamar la atención sobre los crímenes cometidos y sobre los responsables. 
Asimismo, esto demanda nuestro respeto y nuestra solidaridad: insistir en un programa efectivo de reparaciones y en iniciativas de memoria genuinas, que no disuelvan la historia en un equilibrio espurio, es parte de esa obligación. La otra dimensión trasciende a las víctimas, sin excluirlas, para englobarnos a todos. Hacer memoria es también reflexionar sobre las raíces de la violencia armada y, más que eso, sobre la extrema vulnerabilidad de la vida humana en el Perú en situaciones de crisis. Instituciones, cultura, formas políticas se confabularon para hacer más profunda la tragedia. 
Desde esta óptica, hay una turbadora conexión entre aquellas muertes en medio de una violencia armada y la indignante muerte de niños y niñas del sur andino, cada año, hasta el día de hoy, en tiempos de heladas.
 La vida de los pobres sigue valiendo muy poco para quienes tienen poder. Hay, pues, crudas y amargas verdades que aprender todavía. Si son asumidas, esas verdades también pueden ser liberadoras: pueden dignificar y pueden salvar vidas. Pueden hacernos más humanos. No otra cosa propuso la CVR hace once años. Todavía estamos a tiempo de escuchar y aprender.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Qué tal genio el de Enrique

Por Fernando Vivas 
Murió una parte del país en la que habité por 14 años (primero en jirón Camaná, luego en su local de la Plaza de Armas, fisgoneando a Palacio de Gobierno); se fue una forma de analizar la patria en caliente, de indignarse por ella, de desenmascarar a los poderosos. 
Eso de que “Caretas” se bautizó así porque tomó de la argentina “Caras y Caretas” el ánimo de arrancar máscaras, no es pura trivia: Enrique Zileri lo perfeccionó y lo elevó al rango de filosofía. Me tomó unas temporadas aprender esa filosofía y adaptarla a mi libre albedrío, porque la escuela de “Caretas”, bajo el mando de Enrique, era libérrima. Sobre todo, para alguien que no había estudiado periodismo, como la gran mayoría de colegas que nos formamos allí hasta el 2000. Autodidactas como el propio Zileri, que tenía los ingredientes necesarios para ser el gran desenmascarador del país: experiencia de publicista, creativo por naturaleza, emprendedor de la comunicación, amigo y respetuoso de la cultura, sibarita sin ser esnob, fanático de la política en democracia y con equilibrio de poderes. 
Esto último era lo fundamental, pues daba un fin último a la investigación, a la duda y a la malicia metódicas, a la furia e ironía punzantes. Desenmascaró a Velasco y a Fujimori más temprano y con más agudeza que nadie. Receló de Toledo como lo había hecho de Prado y, aunque le achacan que fue muy amigo e indulgente con García, vaya que le dedicó tremendos jalones de oreja editoriales. 
Uno de ellos, notable, ocurrió cuando Alan fue insidioso con el gobierno de transición que le permitió volver. ¡Ah, esa corta temporada se vivió en la “Caretas” de Zileri como una primavera democrática! Si Enrique simpatizó con un gobernante –se lo oí decir más de una vez–, fue con Fernando Belaunde. Y, claro, con Paniagua el breve.
 Y ya que invoco a esos grandes personajes y sus respectivas máscaras, Enrique fue otro, y de polendas. Pero a él sí era frecuente verlo sin careta. Él mismo se la arrancaba en sus legendarias bravatas. Se oían en todo el edificio. Incluían tronadora percusión sobre la mesa y repetición de estribillos en voz baja, a manera de ‘fades’ hacia la grita y la carajeada destemplada. 
Eran una versión política de las rutinas cómicas de la ‘santa paciencia’ de Álex Valle. Y subrayo ‘política’, porque toda esa parafernalia emotiva era, en realidad, un calentamiento profesional. El periodismo es –según lección no escrita pero actuada por Zileri– un ejercicio de la indignación, de dejar fluir la bilis ciudadana a la hora de pensar en lo que vas a escribir, pero no necesariamente a la hora de editar y, menos, de investigar. Para enfriar la rabia, el humor era la mejor arma y Enrique tenía chispa. 
Muchas portadas las concibía como un cómico concibe un ‘gag’. Zileri reunió las tres dimensiones de la comunicación masiva: fue un dueño que dirigió un medio y un director que escribió muy bien (oraciones insubordinadas y párrafos brevísimos, rematando en el ‘punchline’ político).
 Fue caótico en lo primero, pero, quizá, gracias a eso, brilló el periodista que supo acompañar el gran relato del Perú, descifrando intrigas y ‘plot points’. Mis sentidas condolencias a sus hijos Marco, Diana, Drusila, Sebastián y Doménica, y a mis colegas de “Caretas”.

lunes, 25 de agosto de 2014

Candidatos con prontuario

Por Alvaro Peláez

Se acerca el tan ansiado 5 de octubre. La guerra por la supervivencia de llegar directo y sin escala al sillón municipal o regional ha comenzado con fuerza. Según cifras del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) unos 100.000 candidatos están pugnando por ocupar alrededor de 12.000 cargos públicos.
A medida que la fecha se acerca, miles de postulantes queman todas sus cartas para convencer al inestable electorado. Muchos sonríen, suben cerros, bailan, corren, cocinan, coquetean, besan, critican a sus adversarios y algunos mienten de forma descarada intentando ocultar información valiosa en sus hojas de vida. Así lo demuestra la preocupante lista que recientemente entregó el Registro Nacional de Condenas al JNE donde advierte que 2,131 candidatos que hoy están en campaña han cumplido condena por la comisión de actos ilícitos. 
Menudo trabajo el que le espera a la autoridad electoral que aún tiene pendiente revisar más 750 candidaturas con condenas vigentes. Si creíamos que lo habíamos visto todo al contar con alcaldes o congresistas que mienten en sus hojas de vida adjudicándose títulos y grados que no tienen, estábamos pecando de ingenuos.
Nuestras posibles autoridades ni respetan ni temen las sanciones que establece el Código Penal que pena el delito de falsedad ideológica con una condena de cárcel no menor a seis años. 
En esta campaña al menos 27 candidatos fueron sentenciados por peculado, 47 postulantes con condena vigente por incumplimiento de obligación alimentaria para sus hijos, 3 por malversación de fondos, 7 condenados por hurto agravado, 14 sentenciados por falsificación de documentos, 3 por violación sexual, 5 por homicidio culposo, 4 por tráfico ilícito de drogas, 2 por terrorismo, y uno hasta por parricidio.
El Ministerio del Interior alerta que actualmente unos 124 postulantes son investigados o han sido sentenciados por vínculos con el narcotráfico. ¿Qué estaremos pagando? ¡Dios nos libre de semejantes joyitas! Tal parece que la mentira forma parte de la clase política de nuestro país. 
Si teníamos esperanza en que el panorama cambie en las próximas elecciones, estas cifras no son nada alentadoras y nos regresan a la realidad. Contamos lamentablemente con partidos políticos desprestigiados y debilitados en donde ni siquiera se verifica qué clase de gente tienen en sus filas. 
La ética, honorabilidad, reputación y una buena trayectoria profesional parece haber quedado de lado para dar paso a los candidatos con prontuario pero con dinero para solventar una millonaria campaña electoral. 
En vista de este preocupante escenario esperemos que se aplique contundentemente la Ley de Partidos Políticos que advierte a los candidatos con sentencia vigente por delito doloso el impedimento a postular.

lunes, 18 de agosto de 2014

Se creó la Red Latinoamericana de Territorios, Municipios, Ciudades y Cambio Climático

El pasado 29 de julio en el marco del Taller "Necesidades de Implementación de las Estrategias Municipales de Adaptación al Cambio Climático" se fundó la Red Latinoamericana de Territorios, Municipios, Ciudades y Cambio Climático. Con el apoyo y participación de 30 autoridades, entre ellos Alcaldes, Organizaciones, Cooperativas y Mancomunidades de El Salvador, Guatemala y Honduras se creó este nuevo espacio de participación política en torno a la problemática global del cambio climático.
  Entre sus principales acciones destacamos:
•Promover, participativamente y con pertinencia cultural, en el ámbito municipal la gestión regional local frente al cambio climático, mejorando las capacidades locales para la reducción de la vulnerabilidad, el aumento de la resiliencia comunitaria, la adaptación y mitigación al cambio climático y la gestión de riesgo para contribuir a mejorar la calidad de vida de forma integral y sostenible.
•Promover, en los ámbitos local y regional, los marcos políticos, económicos y jurídicos que den respuesta a los desafíos que implica el cambio climático.
•Impulsar un diálogo local, regional, nacional e internacional entre entidades gubernamentales, no gubernamentales, sector privado y la sociedad civil para atender, de forma participativa y con pertinencia cultural, las prioridades en materia de cambio climático.
•Intercambiar experiencias y visibilizar los esfuerzos y casos exitosos en el abordaje del cambio climático desde lo local.
•Facilitar el acceso a la información internacional, regional y nacional en materia de cambio climático y promover la capacitación a todo nivel, entre otros, mediante un foro virtual permanente para la gestión del conocimiento colectivo.
•Intercambiar experiencias, posiciones e información sobre los mecanismos internacionales para afrontar el cambio climático vinculado ha: financiamiento, la resiliencia comunitaria, la adaptación, la mitigación, la gestión de riesgos, en lo relativo a pérdidas y daños y otros temas de relevancia.

martes, 12 de agosto de 2014

El adiós de Pease

Ayer fue el último adiós de Henry Pease, cuyos restos fueron enterrados en el cementerio El Ángel, luego de ser llevado en una caravana de amigos, familiares y personalidades, que resaltaron su vida política cuya principal característica fue la honestidad. 
El vocero de la bancada de Dignidad y Democracia Juan Pari dijo que la imagen imborrable de Henry Pease exige a la clase política peruana guardar relación entre los cargos que uno ostenta y los que dicen tener. Consideró que su sensible pérdida es “un jalón de orejas” para aquellos políticos que no son consecuentes con sus acciones. 
El analista Carlos Tapia recordó a Henry Pease como un líder de la Izquierda Unida y hombre de confianza de Alfonso Barrantes. Agregó que su pérdida deja la sensación de que gente como él ya no existe. La alcaldesa de Lima, Susana Villarán, dijo: “Nunca había recibido ninguna distinción de Lima ya que era un hombre muy austero y humilde. 
Nunca había querido, pero la ciudad le debe un reconocimiento” y le otorgó de manera póstuma la máxima distinción de la ciudad de Lima. La lideresa del Partido Popular Cristiano (PPC) Lourdes Flores coincidió con la ceremonia de entrega y dijo: “Henry fue mi profesor en 1978. Lo hemos compartido tanto y hemos estado juntos en la municipalidad y en el Congreso de la República. Fue un ejemplo íntegro, de gran amigo y de un hombre combatiente de sus ideas. Creo que deja un gran vacío y una gran tarea docente enorme”, dijo.

lunes, 11 de agosto de 2014

Abuela Estela

Por: Lucía Dammert

Durante 36 años Estela buscó a su nieto. Por más de 13 mil días continuó con su lucha por justicia y memoria en Argentina. Como miles de mujeres en América Latina en distintos momentos de la historia, Estela lucho por su hija Laura secuestrada y asesinada por la dictadura militar y por el nieto que sabía que algún día la buscaría. Como miles de mujeres, Estela no hizo este camino sola, se apoyó en muchas otras madres y abuelas que tenazmente enfrentaron la violencia, la indiferencia e incluso la apatía de una sociedad cuyo apoyo es variable. Las madres y abuelas de Plaza de Mayo lentamente han ido recuperando a sus nietos. 
Un proceso doloroso de reconstrucción de identidad individual y colectiva que nos debe llevar a reflexionar sobre las atrocidades que a veces optamos por no mirar, que a veces tendemos a justificar e incluso apoyar. Nietos que han sido claves en el desarrollo de múltiples iniciativas de búsqueda de más nietos, que llevan a que jóvenes ya adultos que tienen dudas busquen identificar su origen real. Estela abraza a su nieto recuperado y un continente se emociona por que realmente él la buscó por que ella nunca bajó los brazos y porque Laura finalmente puede descansar en paz. 
Nadie puede hablar de un milagro. Lo que ha pasado en Argentina estos días es resultado de años de trabajo permanente, de búsqueda, de enfrentar medios de comunicación, de buscar voceros y líderes musicales, artistas y políticos que apoyen la causa de abuelas que no quieren perder la oportunidad de abrazar a sus nietos y nietas. Mucho que aprender en otros países donde aún la herida de los detenidos desaparecidos está abierta, donde la verdad ha quedado guardada debajo de la alfombra, donde las madres caminan con sus rostros de tristeza y decisión buscando a sus hijos e hijas. Finalmente aparece el nieto de Estela, un hombre impactado por una verdad que lo inunda. 
Cuando los medios le preguntan qué nombre lo hace sentir más cómodo, responde con tranquilidad “me siento cómodo en la verdad”. En ese momento Estela debe haber revisado las miles de horas, los cientos de momentos de desesperanza, la lucha por su nieto y los hijos y nietos de miles de otras mujeres y reconocido que todo valió la pena. Este relato parece escrito en primera persona pero es una historia de América Latina. Los abusos de las dictaduras y de la violencia han tenido como victimas de miles jóvenes que desaparecen o son asesinados.
La justicia muchas veces no llega, es lenta o ineficiente. Las madres han jugado un rol clave en mantener viva la memoria, en reconocer la necesidad de justicia y en no permitir la amnesia ciudadana. Aún tenemos detenidos desaparecidos, nietos robados y asesinados sin justicia. Sin justicia no hay desarrollo, sin justicia no podemos pensar que construiremos una sociedad mejor. El pasado siempre viene a buscarnos y solo toca esperar que cuando llegue estemos como Estela, fuerte, sólida, reconociendo que el esfuerzo colectivo tiene resultados. Por eso, más allá de reconocer su logro personal y disfrutarlo, las madres y abuelas de Plaza de Mayo nos recuerdan que aún quedan muchos nietos buscados, apropiados, robados de su identidad. Hoy Estela nos recuerda lo importante del amor filial y lo vital del compromiso social.

viernes, 8 de agosto de 2014

EL Comercio publica nota sobre el sondeo Perú Opina

La edición regional sur del diario El Comercio dio amplia cobertura a los resultados del sondeo Perú Opina. La portada de la edición del sábado 2 de agosto titula “35% de arequipeños no eligirá a la autoridad que incumpla sus promesas”, y en la página 2 desarrollan el tema completo con una entrevista al Scretario Técnico de la Iniciativa Ciudadana “Arequipa te Queremos”, Nilo Cruz Cuentas.
Además, en la misma edición, destacan el trabajo que se está realizando en el marco del proyecto “Plan de Metas” en el distrito de Cayma, donde hace poco se desarrolló el primer taller de socialización del Plan de Metas de Cayma 2015-2018.

martes, 5 de agosto de 2014

La ética de la ceguera

Por: Ramiro Escobar

 El próximo 8 de agosto, el enfrentamiento entre Hamás y el ejército israelí, centrado en la Franja de Gaza, cumplirá un mes esparciendo sangre y dolor. Ya ni me atrevo a dar cifras, porque con el paso de los minutos explosivos las víctimas aumentan. Baste decir que llegar a los 30 días, con cerca de 300 niños muertos en el medio, es una inmoralidad atroz. ¿Hay por dónde frenar esta espiral que ya supera en crueldad a los dos anteriores estallidos en el mismo lugar (2008 y 2012)? De pronto, es tiempo de que se dé un giro ya no solo político, sino ético, de urgencia. Porque lo que se tiene, hasta ahora, es un escenario de visiones unidimensionales, chatas, donde el sufrimiento del otro no existe. No es solo un asunto ciudadano, que se agita en las redes sociales. Desde el Estado de Israel, la reacción a nivel diplomático es asombrosa. Endilgar a quienes lo critican el rótulo de ‘voceros de Hamás’, como ha ocurrido en el Perú y en otros países, revela una estrategia dirigida a empobrecer el análisis, a no pensar ni mirar, algo que resulta fallido y falaz. En la acera palestina oficial, representada por Mahmud Abbas, se observa una falta de reflejos políticos notable, quizás motivada por los estragos sufridos, pero peligrosa cuando se necesita cambiar el curso del doloroso trance. Ahora la iniciativa la tienen los milicianos fundamentalistas, que por supuesto no tienen ojos para todas las víctimas. Esa ética tan penosamente instalada –dolerse solo por quienes están de mi lado– es el fermento de un bloqueo moral que incluso llega más allá. Estados Unidos, frente al horror, habla entrecortado, trata de no pisar callos israelíes; otros países también balbucean o callan, incluso los árabes. Es curioso, y meritorio, que América Latina sí se haya hecho sentir. También es muy significativo que la ONU, a la que se le pide cosas que no puede hacer por lo limitado de sus mandatos, sí haya hablado más claro tras el tercer bombardeo de uno de sus refugios en Gaza. “Es un acto criminal y un ultraje moral”, ha dicho Ban Ki-moon, el secretario general, dejando su habitual cautela.
 El tiempo del silencio ha concluido. Ya no son tan pocas las voces en el propio Israel, y en el mundo judío, que están diciendo ‘basta’, ‘no en mi nombre’. Conscientes de que esto no tiene nombre. Deja sin palabras, indigna, ya se trate de un túnel siniestro o de bombas inmisericordes. Si la política no tiene ojos, y alma, para entenderlo, entonces que siga la barbarie y apaguemos la luz...